A pesar de que la temporada de tornados en el país va de octubre a marzo, la mitad de los casos restantes se producen en abril y septiembre. El que anoche descargó toda su furia contra la localidad misionera de San Pedro se inscribe, entonces, en ese último registro. Si bien el saldo de su violencia -10 muertos, medio centenar de heridos, y gran cantidad de destrozos-, hace pensar en que fue un tornado, hacia la zona están viajando expertos del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) para confirmar si se trató de ese fenómeno o de una tormenta fuerte.
Jorge Leguizamón, difusor de turno del SMN, señaló que recién "sabremos si estamos ante el fenómeno cuando nuestros científicos midan la trayectoria y los daños que provocó". Hasta el momento, con la información proveniente de Misiones no se pudo establecer "un registro claro de la forma de embudo que caracteriza al fenómeno". Sin embargo, aclaró, los graves daños provocados hacen pensar en un tornado. "Pero los expertos viajarán al lugar para confirmarlo", concluyó.
En la misma línea, en diálogo con Clarín.com, la doctora en Ciencias Meteorológicas de la UBA , María Luisa Altinger de Schwarzkopf, sostuvo que la velocidad del viento "podría haber sobrepasado los 150 km/h". En ese caso, según la escala Fujita –que mide los daños producidos por el viento de 0 a 5- su intensidad habría sido 1. No obstante, la experta indicó que es necesario hacer análisis en el lugar para dar una clara idea de qué fuerza tuvo. "Yo no me animo a clasificarlo, porque la tormenta produce mucho tipo de daños. Queremos saber si hubo un tornado, si llegó a la tercera etapa".
Qué es un tornado
Con el tono esclarecedor que caracteriza a la gente de ciencia, la experta explicó que un tornado es la tercera etapa de una tormenta severa o súper celda. Si bien la gran mayoría de las personas conocen los tornados solo a través de las películas, no pasa lo mismo con las tormentas severas. "Se dan en todos lados, te puede agarrar una en la ruta", indica Schwarzkopf. La diferencia con las "tormentillas" a las que estamos acostumbrados, que se arman y se desarman, y cuyo ciclo de vida es de unos 20 minutos, "la peligrosidad de las severas es que se desarrollan con mucha intensidad y pueden durar horas". Una vez que se desatan, tienen tres etapas, que pueden ir siguiéndose a través de un radar.
Schwarzkopf explicó las características de cada una: La primera se da a una altura de 5.000 a 9.000 metros, donde se produce un ciclón interno, un sistema giratorio interno de la nube. Una especie de "chimenea giratoria". Cuando el radar detecta ese fenómeno, ya se puede hablar de "tormenta severa" y se lanza el alerta meteorológico. Mientras tanto, en el suelo, empieza a bajar mucho la presión y el viento empieza a girar alrededor de ese centro de baja presión. El remolino puede llegar a tener hasta 7 kilómetros de diámetro, pero "no necesariamente llega a tener vientos superiores a los que nosotros conocemos, esos que te inclinan el árbol, que te lleva las cosas que tenés en el jardín". Sin embargo, en algunos casos su velocidad puede llegar a los 200 kilómetros por hora. En la tercera etapa, junto con la tormenta, un violento torbellino se genera dentro de la nube y baja en forma de embudo, pudiendo en ocasiones tocar el suelo y, generando así, graves daños. El ancho de la tromba puede ser de hasta 400 metros y alcanzar una velocidad de 400 kilómetros por hora.
Sin previo aviso"En Argentina todos los años tenemos varios tornados", indicó Schwarzkopf. A pesar de que muchos consideren que su zona está exenta del alcance de ese fenómeno, la especialista en tormentas severas y tornados afirma que "pueden darse en cualquier parte, sobre todo al norte de la Patagonia".
Anoche, alrededor de las 22, el tornado tomó por sorpresa a los habitantes de San Pedro. Advertir su golpe, no era posible. "Nunca se puede prever", sostiene la experta, "se puede prever que va a haber tormentas fuertes, con ráfagas intensas, granizo, etc", pero un tornado, no.
--- Fuente = http://www.clarin.com/
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1 comentario:
Como no es posible de que con estudios de los servicios meteorológicos no se puedan detectar las tormentas y alertar a la población de un determinado lugar para que esten preparados y no les tomen por sorpresa así como sucedió en San Pedro, si se utilizan desde la Nasa, tendrían que ya pronosticar el estado del tiempo y predecir en casos de catástrofes. ¿Cómo puede ser tanta ciencia y tanta tecnología no se pueda preveer estas catástrofes, al igual de lo que sucedió años atras con el tsunami en la zona del Indico.
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